viernes, 11 de julio de 2008

viernes viernes

¡Por fín! que ganas de llegar a casa acostarme y dormir una siesta de 3 horas, que ganas de que se acabe el trabajo y lleguen las vacaciones.

Ayer mientras comía gambas en la terraza con unos amigos ( y no es que me haya tocado la primitiva es que decidimos darnos por variar un homenaje) estuvimos hablando de lo bueno que tiene el verano.

Me encanta como nos relajamos en verano y somos capaces de estar de cañas en la terraza (la de mi casa no os creaís) aún sabiendo que mañana te levantas a las 7 a currar, pero da igual, está la siesta y la siesta lo cura todo.

Me gusta la brisilla que correo por la noche, los helados (aunque no los pueda comer desde que soy gorda con certificado), los tintos de verano (auque tampoco los pueda tomar) y el sueño de la playa.

Ese sueño que nos mantiene en estos últimos coletazos del año (a mí como a los escolares nos parece que el año acaba con las vacaciones) anhelando el momento en el que nuestros cuerpos se tostarán al sol en la playa más lejana (a la más cercana paso de ir que está llena de madrileños jeje).

Espero que este año nos llegue pronto a tod@s ese momento y si no al menos espero que tengaís piscina cerca.