jueves, 31 de julio de 2008

Verano verano

Que tendrá el verano que nos sume en la más absoluta de las desidias, yo tengo más tiempo que nunca con esto de la jornada de verano que supone que por primera vez en mi vida salgo a las 4 de la tarde de un trabajo. Pensé que ante tantas horas libre haría mil cosas, resultado: ahora duermo la siesta y veo más la tele, a nadie le apetece estudiar a 40 grados así que mi master está aparcadísimo.

A todos nos pasa por eso he disculpado al señor RR que no ha entregado ninguna de las tiras en las dos últimas semanas a pesar de que sospecho que están hechas y guardadas en un rincón de su ordenador, pero si yo misma no tengo ganas de hacer nada ¿cómo culpar a nadie?

El verano es para eso, para no sentirnos culpables por no hacer nada, para soportar a duras penas los momentos de trabajo y soñar cada día con la siesta, para que no pensar sea nuestro lema y si acaso para leer algo.

Yo me quedo aquí un par de semanas esperando las vacaciones, luego playa, sol y parón informativo en mandarinas asesinas, quien sabe lo mismo vuelvo con energías renovadas en septiembre.

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