lunes, 19 de mayo de 2008

Los lunes

¡Odio los lunes!, son el peor día del mundo ese en el que te das cuenta de las millones de cosas que tienes por hacer y lo poquísimo que te apetece trabajar, así no hay quien pueda, sentada detrás de mi teclado me pregunto si no estaría mucho mejor en mi laboratorio y luego me acuerdo de lo rollo que era estar en el laboratorio y me acuerdo de lo bien que estoy aquí sentada en el ordenador y llego a una conclusión, joder lo que no me gusta es trabajar!!! pero claro antes trabajaba por gusto y ahora por dinero como todos, que tristeza le entra a uno cuando sabe que se ha vendido.

Bueno o no me he vendido, pero desde luego si hay una cosa que tengo clara es que odio los Lunes, antes odiaba los Domingos porque no tenía pareja y los Domingos eran uno de esos días en los que lo único que se podía hacer era tumbarse en el sofá a ver una peli y vaguear porque nadie quería salir porque al día siguiente era Lunes y había que currar (es lógico que con el tiempo haya acabado cogiendo manía a los Lunes), ahora tengo pareja y como puedo usar el Domingo para vaguear en el sofá (un deporte muy subestimado por los atletas) pues he decidido cambiar mi odio hacia el día laborable más cercano.

¿Por qué? me direis pues está claro, se acaba el tiempo libre y mi Domingo se jode porque : no se puede salir porque mañana es Lunes, tenemos que cocinar porque hay que llevarse el tupper para el Lunes, hay que poner la lavadora porque necesitas ropa para el Lunes.... y eso hace que el Lunes acabe con mi Domingo y convierta mi día de dormir en el sofá en una tarde horrenda en la que debo concentrarme en hacer el mayor número de platos en el menor tiempo posible para no tener que pelearme con los fogones el resto de la semana.

Y por si fuera poco veo lo estupenda que me ha quedado la carbonara y se que no la voy a poder comer porque estoy a dieta ¡Tu tienes la culpa Lunes! porque uno empieza la dieta un Lunes y luego en el fin de semana se da alguna licencia pero vuelves a llegar tú y me obligas a comer acelgas sin aceite ni nada y te odio más que nunca.

Lo único bueno que tiene el Lunes es que al menos me obliga a desarrollar la imaginación pensando en las posibles formas en las que un ser humano puede cocinar algo insípido con 1 cucharada de aceite y que quede algo comestible.

Por tu culpa Lunes empiezo a tenerle asco a las verduras y mira que me gustan, así que espero por el bien de los dos que te acabes pronto y por lo menos sea ya martes que mañana me voy de jornadas y me darán canapés (a la mierda la dieta).

1 comentario:

rubén dijo...

Si es que los lunes son malísimos. Imagino que por eso en algunos países se toman el domingo como el primer día de la semana, y así empiezan con fiesta. A ver si al final los españoles no nos lo montamos tan bien...